
Dublín es una ciudad donde moverse y orientarse no es complicado, gracias sobre todo al punto de referencia que es el río Liffey. Hay que destacar que Dublín es una ciudad relativamente pequeña y muy agradable para hacer nuestras rutas más turísticas a pie.
Bublin: A pie o en bus.
El transporte público más eficaz en Dublín es el autobús. Hay bastantes líneas, con autobuses mayoritariamente de dos pisos y bastante capacidad, por lo que no suelen ir muy repletos. Una buena parte de ellos tiene parada en algún punto de la calle O’Connell, que hace las veces de nudo para posibles transbordos.
Cadencia y diferencia entre las líneas de autobuses
El problema es que no todas las líneas son tienen la misma frecuencia buses. Hay algunas líneas principales con hasta cinco o seis autobuses por hora, pero no es raro que en las secundarias haya tan sólo uno o dos autobuses a la hora. La clave es estar cerca de alguna de esas líneas importantes.
Aún así debemos tener presente que desde la Estación Central de Autobuses parten varias de las líneas que comunican Dublín con los alrededores o otras ciudades. También desde la Estación Central nos aseguramos el servicio de transporte hacia el aeropuerto. En general no hay un precio único por billete sino que depende de los trayectos que utilicemos. Hay unos bonos de 10 viajes que nos permiten realizar cualquier recorrido interurbano. Para el viajero que utilice con más frecuencia este tipo de transporte existen otras modalidades de bono como el Travel Wide o el Dublín Explorer Pass. Son billetes varios que se pueden pre-comprar para uno o tres días y también otros que combinan diversos medios de transporte.
Tranvía
Muy utilizadas son también las líneas de tranvía, el Luas (velocidad en gaélico). Es rápido y limpio, pero comunica sólo el centro con unos pocos barrios del sur de la ciudad muy concretos y, lo que es peor, no tiene sus líneas conectadas, con lo que es imposible hacer trasbordo de una a otra. Una de las líneas va de la estación de Connolly a Tallaght -pasando por la estación de Heuston- y la otra va de St Stephen’s Green a Sandyford, en el sur. Quien viva en esas zonas está más o menos servido de comunicación con el centro, pero la gran mayoría de Dublín no vive allí, así que hay que buscar otras soluciones.
Taxi
El taxi es eficaz aunque como siempre bastante caro. La costumbre de abordar un taxi en plena calle no es para nada lo habitual en Dublín. Los taxistas aguardan a los viajeros en sus paradas o bien atienden a través de encargos telefónicos. Hay paradas de taxi sobretodo alrededor del centro de la ciudad y en las principales zonas de intercomunicación, aeropuerto, estación de autobuses, estaciones de tren, etcétera.
Resulta algo más caro que en España, pero tampoco desorbitado. Hay que tener cuidado con los atascos, eso sí, y competir con cantidad de gente que sale de los bares los fines de semana a la hora del cierre, que también aspira a coger uno. Una carrera al aeropuerto son aproximadamente 35 euros. Tanto en taxi como en autobús, hay que tener muy en cuenta el hecho de que es necesario llegar con margen al aeropuerto. El tráfico en las calles estrechas y pequeñas de Dublín es horrible en las horas puntas, especialmente los viernes, por lo que hay que contar con tener al menos media hora más de margen (aconsejaría una) a las previsiones iniciales.
Trenes de cercanías.
El tren también es una opción muy interesante si se tiene la suerte de estar cerca de una estación. Especialmente el cercanías llamado DART, que recorre la bahía de Dublín de norte a sur, con paradas en muchos barrios cercanos a la costa y en las céntricas estaciones de Connolly, Tara y Pearse. Por su parte, hay otra línea de tren de cercanías que atraviesa el noroeste de Dublín para llegar a la estación de Connolly.
Bicicleta.
En Dublín hay una gran compañía de alquiler de bicicletas con sucursales en las principales ciudades de Irlanda.