Si existe un rasgo característico que defina Irlanda ese es su naturaleza. El verde omnipresente, los prados y las extensiones abiertas que ocupan la isla de costa a costa. Esa imagen idealizada no es totalmente real, ya que la imagen de la pradera irlandesa no es omnipresente. Irlanda posee un paisaje mucho más variado y rico, con lagos, montañas, fiordos costeros e islas, una naturaleza rica y muchas veces desconocida.
Montañas y lagos.
Si la llanura es la imagen antonomástica de Irlanda, el país posee también relieve. Los Montes Wicklow al sur de Dublín son una zona muy visitada y bonita, con suaves pendientes que provocan cambios de vegetación y clima y lagos de aguas azules oscuras. Allí se encuentra el lago Guinness, fuente de la que mana el agua de la cerveza más famosa de Irlanda. Muy cerca se encuentra el Valle de Glendalough con sus restos monásticos y dos lagos.
También muy cerca de los Montes Wicklow se encuentra el Club de Campo y de Golf Rathsallagh House, una enorme mansión de finales del XVIII que alberga uno e los campos de golf más espectaculares de Irlanda, y es mucho decir. El entorno de campo conforma un parque bello, idílico, aunque muy retocado por el ser humano.
En el norte, muy cerca de Sligo y la frontera con Irlanda del Norte, los amantes del surf disfrutan de playas y olas perfectas. Y más al norte la península de Inishowen.
Connemara.
También, al otro lado de la isla cerca de Galway el parque Nacional de Connemara es otro entorno natural completamente diferente. Situado en una zona de península y fiordos encontramos turberas, pantanos, colinas y montes verde esmeraldas en verano y amarillos pardos en invierno. Las turberas y landas se mezclan con bosquecillos, lagos, entrantes de los fiordos y lenguas de tierra o colinas que se internan en el mar. Un viaje a otro planeta llamado tranquilidad.
Acantilados Moher
Un poco más al sur de Connemara, en el mismo oeste irlandés, pero aún más cerca de Galway se encuentran los espectaculares acantilados de Moher, otra de las maravillas de Irlanda. Más de 200 metros de altura y 8 Km. de longitud plagada de agujas, farallones y promontorios.
Frente a Galway y los acantilados de Moher se encuentran las tres islas Aran. Estos tres pequeños pedazos de Irlanda son un reflejo de la dureza del clima y de la naturaleza, pero también de su belleza y de la obstinación humana. Ya en 1934 el etnólogo y cineasta Robert Flannery rodó un documental antropológico sobre sus habitantes (Man of Aran).
Otro Parque Nacional muy recomendable es el de Burren, situado cerca de los parajes anteriores destaca por ser totalmente diferente. Una gran meseta baja, erosionada que ha producido un tipo de relieve kárstico que cambia de color con las estaciones y las idas y venidas de los colores de la flora. Acantilados, dólmenes y otros restos prehistóricos completa un cuadro pintoresco y atractivo.
Seguimos nuestro recorrido hacia el sur del oeste irlandés y entramos en el Condado de Kerry. Aquí se encuentra la Península de Dingle, la zona más occidental de la isla. Esta península muestra los embates del océano atlántico en su asalto a Irlanda. Colinas bajas batidas por el viento, ensenadas, playas aisladas, pequeños brazos de tierra y roca. Precisamente, roca, mar y tierra se entremezclan creando parajes de belleza única. La península termina en un pequeño archipiélago deshabitado las Islas Blasket.
Killarney
El parque Nacional de Killarney es el más famoso de Irlanda considerado uno de los más bellos y visitados gracias a sus paisajes de montañas, relieves altos y lagos. El parque se encuentra en el Condado de Kerry y fue nombrado reserva mundial de la Biosfera por la UNESCO en el año 1981.
Este Parque es uno de los pocos lugares en Irlanda que ha estado continuamente cubierto de bosques desde el final del período glacial más reciente, hace aproximadamente 10.000 años. Los seres humanos han vivido en el área por lo menos desde la Edad de Bronce, hace aproximadamente 4.000 años. Los arqueólogos han encontrado evidencia de que la minería del cobre se llevó a cabo en el área de la isla de Ross durante este período, lo que sugiere que el área fue de gran importancia en ese periodo. El parque tiene muchos elementos arqueológicos, incluyendo un círculo de piedra bien conservada en Lissivigeen. Los bosque en el parque han sido alterados y esto ha causado una disminución gradual en la diversidad de especies de árboles en el parque.
Destaca por la flora y fauna que habita en él, sobretodo por el ciervo rojo, especie única de la zona y también podremos visitar edificaciones históricas como iglesias o castillos, principalmente el Castillo de Killarney.
Es muy recomendable realizar el recorrido del circuito del Anillo de Kerry visita los principales lugares de interés del Parque.
Naturaleza de Irlanda del Norte.
La parte británica de Irlanda, Irlanda del Norte cuenta con algunos de los parajes más espectaculares y conocidos. El primero es, evidentemente la Calzada de los Gigantes, esa formación basáltica que parece ser una escalinata entre el mar y la tierra verde de Irlanda. Ya frente a Islay, una de las islas escocesas, en el pueblo de Bushmills, la Giants Causeway es la imagen de Irlanda del Norte.
Menos conocidos son los Montes Mourne que inspiraron a C.S. Lewis para escribir sus Crónicas de Narnia.
Por último en este breve resumen citamos los lagos de Fermanagh otro paraje irlandés que se aleja del típico prado verde que se pierde en el horizonte.
Y todo esto sólo es un anticipo. Irlanda es mucho más.